En el relato, nos sitúa en una cueva donde hay unos prisioneros que durante toda su vida han sido obligados a mirar unas sombras provocadas por un fuego y unos objetos que se mueven. Con esta primera metáfora, el autor identifica a los prisioneros encadenados con el alma humana, que está atada a un cuerpo terrenal y que pertenece al mundo de las cosas y es por tanto, imperfecto y sensible, cuyos conocimientos son meras sombras de la realidad. En el mito, Platón se pregunta qué pasaría si uno de los prisioneros se levantase y fuera capaz de ver el fuego y los objetos reales, afirmando que sentiría dolor y se daría cuenta de que lo que veía antes no eran más que sombras de la realidad. Y si ascendiese hacia la superficie, le ocurriría algo similar. Esta liberación es la que permite al ser humano liberarse el mundo sensible para así alcanzar el mundo ideal, que es perfecto, eterno e inmutable, y al que sólo se puede acceder mediante el alma y la razón.
Podemos entender por biotecnología la serie de procesos industriales que implican el uso de organismos vivos, bien sean plantas, animales o microorganismos. La biotecnología es la nueva revolución industrial. La idea que subyace en ella es sencilla: por qué molestarse en fabricar un producto cuando un microbio, un animal o una planta (los verdaderos protagonistas de la biotecnología) pueden hacerlo por nosotros. Así, se pueden lograr desde combustibles a medicinas, pasando por plásticos, alimentos, vacunas, recursos minerales, etc. Millones de años de evolución les capacitan para ello. Existen microorganismos para todo: los hay que son capaces de vivir en agua hirviendo, y los que habitan hielo, pasando por los que existen en el interior de la corteza terrestre. Son capaces de comer petróleo, madera, plástico, e incluso rocas sólidas. Pero pese a todo, no siempre es fácil encontrar el organismo o célula adecuados para producir un determinado producto. No hay problema: se crean. Para ...